Un nuevo disco de músicas de Gurdjieff publicado por ECM
Giovanna Natalini empieza con este artículo una nueva rúbrica dedicada a la selección y presentación de ediciones discográficas
The Gurdjieff Folk Instruments Ensemble – Music of Georges I. Gurdjieff – ECM 2236 (Julio 2011)
Cogemos el CD y tenemos un primer problema: ¿como colocarlo en nuestras categorías mentales de músicas?
La música de Gurdjieff es un objeto de difícil catalogación dentro de la historia de la música erudita occidental. Por su nacimiento se sitúa en el marco de la música espiritual, de aquella música que es instrumento de crecimiento interior más que de exhibiciones de virtuosismo o de entretenimiento. Por otro lado el objeto sonoro recuerda más la música para piano de hace un siglo, como Satie o Scriabin o Prokofiev o Mompou. En fin, este CD en particular recuerda la World Music de los últimos decenios.
Otro problema: ¿quién era Gurdjieff?
También él es de difícil catalogación. Fue un investigador, un filósofo, un científico, un escritor, un maestro de vida o, más simplemente, un maestro de danza, como él mismo se definía? Nacido en Armenia en el siglo XIX, viajó mucho por los países de Oriente Próximo y de Asia Central para establecerse luego, en la primera mitad del siglo XX, en Occidente, en particular en Francia. Fue para muchos años un punto de referencia para muchas personas, entre las cuales algunas que han marcado la historia de la cultura occidental: escritores como Katherine Mansfield, Pamela Lyndon Travers (quizás mejor conocida como la autora de Mary Poppins) y Rene’ Daumal, músicos como Thomas De Hartmann y Pierre Schaeffer, el arquitecto Frank Lloyd Wright. Todavía a él se refieren personalidades muy diferentes como Peter Brook, Keith Jarret, Laurence Rosenthal, Franco Battiato.
Y luego: ¿porqué la música de Gurdjieff es especial?
La música es una experiencia de nuestros sentidos, de nuestras emociones, pero también de nuestro cuerpo y de nuestro intelecto. Sin embargo, en Occidente la práctica musical ha a menudo privilegiado sólo algunos aspectos, según la sensibilidad cultural de las distintas épocas históricas, olvidando la experiencia global. La música de Gurdjieff es un ejercicio, una “práctica” para recordar esta experiencia global a quien la ejecuta y a quien la escucha.
Y aún: ¿cuáles son las raíces de esta música
Nace de las experiencias recogidas por Gurdjieff en sus viajes a Oriente, de su deseo de Conocimiento. Deseo contado con gran poesia en su libro Encuentros con hombres notables. Al regresar se planteó poner a disposición del mundo occidental su experiencia, orientando grupos de personas en la búsqueda interior y en el desarrollo del Conocimiento. Elaboró ejercicios y prácticas, entre los cuales escuchar la música y los «movimientos», o sea las danzas sagradas. La particularidad de su enfoque es que no propuso los mismos ejercicios, la misma música como los había conocido en Oriente, sino que buscó su esencia más profunda, y la adaptó a la cultura de la época.
Era el principio del siglo XX; el mundo occidental no era como hoy: no había psicoanálisis, el Yo y el Superyó, los deseos reprimidos, no existía ningún conocimiento sobre el entrenamiento autógeno, el yoga, la meditación.Y también el enfoque científico era de otra “época”: Einstein estaba aún elaborando la teoría de la relatividad; la matemática, la física, la astrofísica, la biología describían un mundo distinto a aquel del Tercer Milenio.
La música de Gurdjieff es un gran ejemplo de como el autor abordó su colocación entre el mundo oriental y el occidental en esa época histórica. Es una música basada en la teoría modal, que dedica una gran atención a la elección de la escala, según la emoción que quiere transmitir, en el ostinado rítmico y la repetición siempre variada, rasgos típicos de la música oriental. Pero para realizarla, sin embargo, Gurdjieff utilizó los medios que el Occidente tenía a disposición en aquella época, es decir, el piano y la escritura en el pentagrama.
Fue ayudado por Thomas de Hartman, un pianista y compositor ruso de sólida tradición occidental, que había estudiado con Nikolai Rimsky-Korsakov, Anton Arensky y Sergei Taneyev y había frecuentado y colaborado en Munich con Rainer Maria Rilke y Wassily Kandinsky. De Hartmann era también un su discípulo, vivió durante muchos años siguiendo al maestro “entrando muy dentro del trabajo” por él propuesto. En la música, resultado de su encuentro, todo esto se manifiesta.
¿En que se diferencia este cd de aquellos publicados hasta hoy?
Este cd no sigue el recorrido de «puente» con Occidente de su autor, como todas las producciones actualmente en comercio, sino busca las raíces de ese trayecto en culturas encontradas por Gurdjieff en su viaje “iniciático”. Es un interesante intento de experimentar las verdaderas sonoridades de aquellas melodías, sin la “traducción” efectuada por los instrumentos occidentales (que «reparan” las escalas orientales según la entonación templada Occidental) y la escritura en el pentagrama (que tiende a “cuadrar” todos los ritmos según una pulsación regular). Por eso resulta un objeto sonoro muy distinto de todo lo que en este siglo se ha etiquetado como música de Gurdjieff, porque es el pre- Gurdjieff y puede ser una gran clave para entender Gurdjieff y abrir una nueva vía al post- Gurdjieff.
A proponerlo es el Gurdjieff Folk Instruments Ensemble dirigido por el armeno Levon Eskenian . Es un ensemble formada por ilustres ejecutores de instrumentos populares de antiguas orígenes: duduk, blul/nay, saz, tar, kiamancha, Oud, kanon, santur, dap/daf, tombak y dhol. El uso de estos instrumentos hace el timbre original, pudiendo apoyarse en el uso de microtonos y nuances rítmicas propias del lenguaje musical oriental, rasgos irreproducibles con los instrumentos occidentales. Para quien conoce la música de Gurdjieff en su versión “clásica” para piano, este cd es verdaderamente interesante, porque transmite muchos detalles que el piano no puede reproducir. Para quien se acerca por la primera vez a Gurdjieff representa un disco fascinante: no es la “habitual” world music, sino una experiencia de escucha. Y esto es muy coherente con el pensamiento y la enseñanza de Gurdjieff! (G. N. traduccion en castellano para Riccardo Celi)
The Gurdjieff Folk Instruments Ensemble Levon Eskenian: director , Emmanuel Hovhannisyan: duduk , Avag Margaryan: blul, Armen Ayvazyan: kamancha , Aram Nikoghosyan: oud , Meri Vardanyan: kanon, Vladimir Papikyan: santur, Davit Avagyan: tar, Mesrop Khalatyan: dap, dhol, Armen Yeganyan: saz, Reza Nesimi: tombak, Harutyun Chkolyan: duduk, Tigran Karapetyan: duduk, Artur Atoyan: duduk.
Para más informaciones sobre el grupo, vease: www.gurdjieffensemble.com